Cuando hablamos de técnicas
de estudio nos referimos a todas aquellas tareas que realizamos para que,
cuando nos enfrentamos a unos conceptos o contenidos, lleguemos a captarlos de
manera que se incorporen como conocimiento en nuestra mente.
Ante un texto, es necesario realizar diferentes pasos y por
el siguiente orden:
1º Leer: descifrar
lo que tenemos delante.
2º Comprender: hemos
leído y comprendido lo que se nos dice.
3º Seleccionar las ideas
importantes: ellas serán las que tengamos que memorizar.
4º Elaboración de
esquemas, resúmenes, mapas conceptuales…..: todas estas técnicas nos
ayudarán a visualizar y relacionar las ideas principales del texto con el resto
del contenido.
5º Memorizar: repetir
los contenidos hasta que seamos capaces de..
6º Reproducir: hablar
y expresar aquellos contenidos del texto.
De estos seis pasos necesarios podemos realizar
generalmente, en la clase de cada área, los tres primeros. En ocasiones se
puede realizar hasta el cuarto paso pero el resto debemos realizarlo en un
tiempo añadido que debe ser, el dedicado en casa diariamente como apoyo al
trabajo de cada asignatura.
Para memorizar se
puede:
-
Repetir en silencio: cuando se lleva un tiempo en ello
es fácil que nos abandone la concentración.
-
Repetir en voz alta: es cansado pero permite mantener
la concentración en un período más largo.
-
Escribir: también permite mantener la atención en un
tiempo más prolongado pero ocupa bastante tiempo.
Para beneficiarse de todas ellas, lo ideal es intercalarlas
según el momento en el que cada uno se encuentre.
Para llevar a cabo unas eficientes técnicas de estudio y
aprovechar nuestro tiempo, es necesario que hablemos de lo que es la concentración.
Ante nuestro tiempo de estudio, lo que interesa es que esos
tiempos de atención fija y profunda sobre lo que se está haciendo, sea cada vez
más prolongadado. Ello va a depender de tres factores:
Ambiente: condiciones
propicias o favorables para algo.
Cansancio: falta de fuerzas que resulta
de haberse fatigado.
Motivación: causa, razón o estímulo que
impulsa a hacer algo (motivo).
Según el tiempo que tardemos en conseguir la
mejor concentración y el tiempo que nos mantengamos en ella, se dibujarán
diferentes curvas de concentración.
Después de todo lo anterior será importante
que, teniendo en cuenta todo lo visto, elabore cada uno su horario personal de
estudio y después habrá que contar con la suficiente fuerza de voluntad para
llevarlo a cabo cada día del curso.
Por último y antes de esa
elaboración habrá que tener en cuenta una serie de cosas:
-
el tiempo con el que cuenta cada uno ( es importante
que no sea menos de dos horas y que no se deje para la última hora de la tarde
)
-
cómo se va a organizar el orden de las asignaturas que
se van a estudiar (habrá que hacer coincidir los momentos de mejor
concentración con las asignaturas que nos exijan más esfuerzo y dejar para el
final aquellas que nos exigen menos)
- lo ideal es dedicar unas 45 o 50 minutos por asignatura
y con un descanso entre ellas no superior a los 10 minutos. Ese mínimo descanso
será para hacer el cambio de material y como mucho levantarse de la silla para
ir al servicio, beber agua…Nunca para ponerse a ver la tele, hablar por
teléfono o cualquier actividad que nos desconcentre.
-
El horario que tenemos en clase (habrá que tener en
cuenta las asignaturas que se han tenido ese día y las que se van a tener en el
siguiente)
¡Cuidado con las actividades extraescolares! Todo lo que
hagamos será un apoyo pero lo más importante es aprobar el curso con todas sus
asignaturas. Procuremos que no interfieran nuestro sagrado tiempo de estudio.
¡No desperdiciar el sábado y el domingo! Son días que
estamos más descansados y por
lo tanto estamos en disposición de gozar de mejor concentración.
LUNES
|
MARTES
|
MIÉRCOLES
|
JUEVES
|
VIERNES
|
SÁBADO
|
DOMINGO
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario